El pasado viernes, nuestra codirectora, María Bernabeu, y nuestra técnica de proyectos, Isabel Marco, ayudaron como voluntarias en la Fundación Conciénciate a repartir más de 70 menús a personas sin hogar de Elche.
Hace más de dos cursos que la Fundación Juan Perán – Pikolinos colabora económicamente en el Proyecto de Emergencia Alimentaria que cada año ayuda a más de 1400 personas. Son varias las actividades que se desarrollan dentro de éste, una de ellas es el reparto de comida a personas sin hogar, tarea que realizan las noches de los lunes, miércoles, viernes, sábados y domingos.
La Fundación Conciénciate es una entidad compuesta básicamente por personas voluntarias que llevan a cabo diferentes tareas todas ellas ayudando a las personas que más lo necesitan. Esta entidad, nació en agosto de 2017 con 120 voluntarios y ahora mismo cuenta con más de 500, tiene dos sedes, 8 viviendas de emergencia social y un gran proyecto que saldrá a la luz antes de finalizar este 2023. Una Fundación que ha crecido a pasos de gigante en muy poco tiempo y que se ha afianzado como un recurso social a la que llaman las administraciones públicas cuando necesitan ayuda.
Desde que conocimos la Asociación siendo aún muy pequeña, nuestra fundación confió en su trabajo y empezamos con pequeñas colaboraciones hasta llegar a ser ahora mismo uno de los proyectos que reciben mayor importe económico dentro de nuestra convocatoria de proyectos. Y es por eso, que debemos realizar una auditoria del proyecto financiado y así poder verificar que todas las actividades se realizan y llegan a su objetivo. Pero en esta ocasión no fue una auditoria como otra cualquiera ya que no solo nos desplazamos a su sede, sino que quisimos participar activamente de una actividad de voluntariado.
Así que el viernes tarde nos pusimos los petos de la Fundación Conciénciate y ayudamos a cargar la furgoneta de la entidad con 70 menús que consistían en una fideua, pan, dulce, un chocolate caliente y agua. Cada día de reparto la furgoneta hace la misma ruta, y las personas sin hogar saben cuales son y las horas de parada, por eso es normal encontrarse a gente ya esperando cuando llegan los voluntarios/as. Todas las personas que reciben un menú están registradas en la aplicación de la Fundación Conciénciate, así llevan un seguimiento y saben donde se encuentran en el caso de que en algún momento por el mal tiempo tengan que recoger a las personas sin hogar para ponerles bajo techo. En la furgoneta van acompañados por personal técnico de la Fundación, una trabajadora social y una psicóloga, que atiende a las personas que allí se acercan, se interesan por su situación, salud e intentan, en la medida de lo posible, ayudar para poder salir de esta situación en la que viven. Durante esa noche del viernes, pudimos acompañar durante más de tres horas por diferentes puntos de Elche, donde ni conocíamos que allí podía vivir gente sin un techo. Vimos personas de diferentes perfiles y edades, pero entre todos los 70 menús que repartimos solo había dos mujeres. Pudimos hablar con las personas que se acercaban a recibir su comida, conocer un poco más de su historia, y ver que, aunque parezca que “están así porque quieren” muchas veces son víctimas de la suerte, de su ambiente y los sucesos que van pasando por su vida. Por suerte, contamos con personas, que forman parte de la Fundación Conciénciate, que se toman un rato de su tiempo para ayudar, cada uno en lo que puede, pero es muy importante ese rato que pasan al lado de esas personas, por que al final los voluntarios también reciben algo a cambio: un agradecimiento, una sonrisa, una lección de vida… y eso es lo que nos llevamos nosotras además de una gran experiencia, porque #AyudarEsVida
